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En el Laboratorio Amadita los peques tienen su propio espacio, un rinconcito de color y alegría que hará aún más relajadas y divertidas las visitas a este centro de análisis clínico.
Ambientación muy atractiva, juegos didácticos, libros, materiales para colorear y un divertidísimo cocodrilo que les da una cordial bienvenida.
Los bebés perciben el estado de ánimo de sus padres. Recomendamos que tanto los padres como los bebes, estén en un ambiente tranquilo previo a la realización de las pruebas.
En el caso de que los padres sientan ansiedad deben permanecer algo distantes pero a la vista del bebé. Otra opción puede ser sustituir su presencia por la de otro relacionado al bebé y/o darle algún objeto conocido por el mismo. Una vez que el procedimiento ha concluido, es bueno cargarlo y abrazarlo, dándole el consuelo que necesite.
Los bebés también lloran fácilmente al ser separados de sus familiares, por lo que se aconseja la presencia de al menos uno de ellos durante la toma de muestra, siempre y cuando sea viable, para brindarles apoyo y seguridad a través del contacto físico.
Explicándole de manera clara y sencilla el por qué va al Laboratorio Clínico, enfocándoselo como algo normal y provechoso para su salud.
No asustarle y asegurarle no hay nada que temer.
Mantener las explicaciones simples y cortas.
Mostrarle en qué parte de su cuerpo se hará la prueba y en qué consiste.
No mentirles acerca del dolor: describir el dolor como una pequeña picada o leve pinchazo, de corta duración y que puede dolerle por un instante.
No mostrar lastima hacia el niño, pues en ningún momento este debe percibir la situación como un castigo o maltrato.
Si le gusta colorear, solicitar a nuestro personal lápices de colorear y hojas.
Introducirlo en el área de juegos infantiles, para distraerlo un poco durante la espera y familiarizarlo positivamente con el entorno. Un rinconcito de color y alegría, ambientación atractiva, juegos didácticos libros y materiales para colorear.
En caso de que el niño resista a la prueba, los padres o el bioanalista deben contribuir a dirigirse al niño de una forma más directa sobre el proceso y la necesidad de realizarlo.
Inmovilización: dependiendo la edad, puede ser necesario la inmovilización del niño para el éxito de la prueba.
Explicarles previamente la necesidad de esta medida y motivarlos a participar con su mejor actitud.
Luego del proceso: no hablar más del proceso y animarlo con temas como deportes, amigos y juegos que lo distraen.
Dependiendo de su estado de salud, el niño pronto olvidará lo recién ocurrido y comenzará a sonreír.
Debido al grado de madurez y deseo de independencia propios de su condición, los adolescentes necesitan explicaciones detalladas sobre el procedimiento al que van a ser sometidos y las razones por las cuales son indicadas las pruebas de análisis clínicos por su médico.
Esperan que se les respete su espacio, por lo que muchos prefieren tomarse la muestra sanguínea sin la presencia de un adulto.
Los padres deben aceptarlo como algo propio de esta etapa y manejarlo con naturalidad. Normalmente el proceso transcurre sin sobresaltos.